ENLACES DE INTERÉS
Hay muchas aguas minerales en nuestro país, pero todas se diferencian entre sí por sus distintas composiciones. Según sus componentes mayoritarios tienen unos u otros beneficios, dentro de que siempre son buenos.
Aguas naturales:
Bicarbonatadas: Facilitan la digestión y neutralizan la acidez del estómago.
Cálcicas: El calcio del agua se absorbe bien por el organismo y contribuye a la mineralización de huesos y dientes. Recomendada para la prevención de la osteoporosis.
Magnésicas: Al igual que las cálcicas, contribuyen a la mineralización de huesos y dientes, además de resultar ligeramente laxantes. Ayudan a combartir el estrés.
Hiposódicas: Una baja concentración en sodio beneficia a quien sufre de alteraciones renales, hipertensión o retención de líquidos.
Fluoradas: Puede ayudar a prevenir la caries dental.
Carbónicas o con gas: Estimulan el apetito y facilitan la digestión.
Agua de Benassal es oligometálica y de mineralización débil, y sus componentes mayoritarios son el bicarbonato, calcio y su bajo contenido en sodio. Su composición es ideal para no aumentar la presión arterial y proteger así frente a problemas renales y cardiovasculares. Óptima para minimizar la formación de cálculos renales frecuentes. Así como unos efectos digestivos positivos.