Aunque nos enseñaron en el colegio que el agua es insípida, no es del todo cierto. Esto ocurre, sobre todo, en lugares donde las aguas son duras (con mayor cantidad de cal) y tienen un sabor poco agradable. El agua embotellada conserva su buen sabor, tanto por la menor cantidad de cal, como por la ausencia de cloro.

3. Es más recomendable para algunos colectivos

Aunque la cal o el cloro en sí no supongan una amenaza para la salud, según la OMS, hay colectivos donde el consumo de agua mineral natural es más recomendado. Niños, embarazadas, personas mayores, personas inmunodeprimidas o con problemas renales, deben consumir agua embotellada debido a que tienen menor carga microbiana y una composición más saludable.

Agua de Benassal es oligometálica y de mineralización débil, y sus componentes mayoritarios son el bicarbonato, calcio y su bajo contenido en sodio. Su composición es ideal para no aumentar la presión arterial y proteger así frente a problemas renales y cardiovasculares. Es óptima para minimizar la formación de cálculos renales frecuentes, así como unos efectos digestivos positivos.

4. Es necesaria en caso de emergencia

En caso de emergencias, es necesario disponer de agua embotellada para garantizar el suministro. En casos de catástrofes naturales, la red pública puede fallar o contaminarse con facilidad.

5. El agua embotellada es ecológica

Las minerales que representan solo un 0,03% de los recursos hídricos subterráneos disponibles en nuestro país. Por tanto, no son en absoluto ninguna amenaza a la sostenibilidad del medio ambiente en atención a las críticas de sobreexplotación.

En Agua de Benassal preservamos y aseguramos el equilibrio natural de nuestro manantial Font d’En Segures, con una explotación sostenible del mismo que asegura la continuidad del ciclo del agua.