ENLACES DE INTERÉS
Nuestro cerebro está compuesto por un 70% de agua, por lo tanto debemos de tenerlo siempre bien hidratado para su buen funcionamiento.
Cuando tenemos sed, el rendimiento de nuestro cerebro baja, pero con solo beber un vaso de agua puede llegar a funcionar hasta un 14% más rápido, debido a que al satisfacer la necesidad de beber agua, el cerebro ya no tiene que centrarse en producir sed y al liberar las partes que estaban ocupadas en esa necesidad, mejora su rendimiento. Si no calmásemos esa sed nuestro cerebro empeoraría la memoria a corto plazo, el rendimiento cognitivo, la coordinación motora e incluso el tiempo de reacción hacia estímulos.
Según algunos científicos, esto se debe a que el agua en estado líquido de nuestro cuerpo permite que la sangre llegue hasta el cerebro con más oxígeno, facilitando el trabajo a las neuronas.
Una de las consecuencias de la falta de hidratación es la reducción de la materia gris, nuestro cerebro puede disminuir su tamaño tanto como un año de edad en estado de deshidratación, pero beber uno o dos vasos de agua ayuda a combatir este proceso y el cerebro vuelve a su tamaño original.
Cuando nuestro cerebro se encuentra en un estado de hidratación saludable tenemos un estado de ánimo alegre, nuestra memoria y nuestra concentración mejoran, y nos permite pensar mejor y encontrar soluciones más rápidas a cualquier problema de la vida cotidiana que nos rodea.
¡Mantén tu cerebro siempre hidratado!