La hidratación durante el embarazo

23 marzo, 2015

El agua es un nutriente esencial y por ello juega un papel vital en todas las etapas de la vida de la mujer. Pero en el caso de las mujeres embarazadas, mantener una adecuada hidratación es todavía más importante, puesto que el agua mineral natural, contribuye a favorecer un correcto desarrollo del embarazo y, más adelante, ayuda a preservar la cantidad y calidad de la leche materna durante la lactancia.
 
Durante el embarazo se producen una serie de cambios fisiológicos que hacen que el requerimiento de agua aumente. La expansión del volumen plasmático, en un 50%, es el cambio más trascendente a la hora de entender la importancia del incremento de la ingesta de agua. Por todo ello, la mujer embarazada necesita beber más agua para poder disponer de la cantidad suficiente para la creación del líquido amniótico, el correcto crecimiento del feto y para poder suplir la mayor ingestión de energía que se produce durante el embarazo.  La ingesta recomendada de agua durante el embarazo es de  2,5 litros diarios, de los que 0,7 litros es agua procedente de los alimentos.
 
El 85% o 90% de la composición de la leche materna es agua, resulta obvio la importancia de que las madres beban, durante esta la época de lactancia, una cantidad de agua adecuada para preservar el estado nutricional del niño y el suyo propio. En este caso, la madre lactante, debe añadir 700 ml/día de agua sobre su ingesta habitual para garantizar la salud del bebé y la suya propia.
 
Si mantener una correcta hidratación durante el embarazo se hace mucho más necesario, hacerlo con agua mineral natural aporta una serie de ventajas saludables que mejorarán el bienestar de la mujer embarazada.