La deshidratación en invierno

La deshidratación parece ser solo un problema que podemos sufrir con las altas temperaturas en verano. Pero la realidad no es así, en invierno podemos sufrir incluso más riesgo de deshidratación que en verano.

Y es que el frío de las bajar temperaturas que padecemos en invierno nos pueden dar una falsa sensación de no estar sudando y por lo tanto no notamos la necesidad de beber agua. Aunque la realidad es que, debido a la ropa térmica, y si también se realiza algo de deporte, la pérdida de líquido mediante el sudor sigue estando presente, al igual que en verano.

A todo esto, hay que sumarle nuestra negativa de ingerir líquidos fríos por que incrementa nuestra sensación corporal de frío.

La ingesta diaria de agua en un día tiene que ser aproximadamente de 2 litros. Pero no tiene por qué ser agua, podemos tomar sopas, frutas y verduras, infusiones…De esta manera podemos evitar la sensación de frío en la ingesta de agua.