ENLACES DE INTERÉS
El agua es la sustancia líquida preferida por nuestro cerebro (recordemos que nuestro cerebro está compuesto en mayor cantidad por agua), ya que este líquido transparente estimula a las neuronas de nuestro cerebro.
Que nuestro cerebro funcione al 100% depende en gran cantidad del agua mineral que consumimos al día. Si bebemos poca agua y nuestro cerebro detecta un nivel de deshidratación bajo, los niveles de atención y los reflejos se ven deteriorados y disminuyen. Pero si el nivel de deshidratación que detecta nuestro cerebro es elevado, puede ocurrir una muerte neuronal, generando un cambio químico en el medio ambiente cerebral llegando a provocar la deshidratación y muerte de las células nerviosas.
A medida que van pasando los años, nuestro organismo pierde su porcentaje de agua, haciendo que el rendimiento del cerebro baje y no este del todo activo, pudiendo provocar falta o pérdida de memoria. Por eso es importante cuidar la hidratación de nuestros mayores, ya que ellos no notarán la sensación de sed ni la necesidad de hidratarse.